2.03.2009

Viaje Astral. Parte II.

Abajo de nosotros todo Inertiatic ESP se desmoronaba. Los Primals se amontonaban a los pies del Coloso Encadenado y la tierra retumbaba a la par de sus embates. Todavía podía observar la silueta de Galahiel planeando en la lejania, pero era ya un manchon casi indistinguible.

-Al fin te encuentro, Raúl.- dijo con su voz dulzona. Yo no podía darme la vuelta para observarla porque me provoca un deseo muy fuerte. Mi cuerpo deseaba reaccionar a sus instintos más primarios, y al tener en cuenta ello sentí como la base retumbaba más fuertemente bajo los golpes de los Primals. Me concentré en observar el distante horizonte que la ya desaparecida silueta de Galahiel había dejado frente a mi.

-Creo que llegas algo tarde, Diana. Galahiel ya ha partido y se dirige a Gea Mentatis, asi que tengo que ir por Pandora al interior del Coloso Encadenado.- dije al tiempo que buscaba la entrada que al interior del gigante de piedra. Diana se puso frente a mi y pude ver el brillo de sus ojos, unos ojos que me hablaban al centro de mi alma mandando a mi cuerpo a detenerse. Obedeció.

-No puedes entrar ahí, Raúl. No solamente obteniendo Pandora podrás vencer a Galahiel. El trama más de lo que tu crees, y tambien ha engañado a Leviathan para hacerle creer que sabe de su plan. Pero es muy probable que el adquiera la escencia de Leviathan y por ello ni aún con Pandora podráis derrotarle. Para escapar de los espejismos de Inertiatic ESP ocuparás algo mas que solo eso.-
- ¿Y que propones?- pregunte contrariado.
-Tienes que dejar que el Coloso despierte.-respondio rapida y sorpresivamente.
-¡¿Comó?! ¿En que estas pensando? Nunca podría vencerlo en estas condiciones, y aún asi, no creo que despertase pronto.-
-A menos de que provoques el fin de su letargo.- dijo con un tono apesadumbrado. Se acercó lentamente a mí, y fue en ese momento que me percate de sus intenciones.
-¿Pero sabes realmente lo que estas haciendo?- dije retrocediendo un par de pasos. A mi me parecía una idea de lo más descabellada, pues no sabía yo mismo si podría controlarme. Ella se planto frente a mi y me abrazo saltando al vacío. Sus ropas comenzaron a tomar formas tan caprichosas como las que tomara el ropaje de Galahiel para formar una especie de alas- Tuve que prenderme de su cuerpo de manera abrupta, y sus fragiles brazos se estremecieron ante mi reacción isntintiva. Ahí comence a perder el control, y alargaba mi cara hasta su cuello, jadeante y expectante.
-Tienes que resistir Raúl, no puedes darte por vencido ahora. Se que estas peleando con tus instintos, pero solo alimentadolos un poco podrás hacer que el coloso despierte.
-Pero si sucumbo al instinto...-
-Te volverías como ellos...mucho. Pero es un riesgo que debemos tomar.-
Voltee a ver como bajo de nosotros la masa de entes engullía algo que descendía de mi, como gotas de rocío al verde pasto. Pero este rocío en particular era ponzoña pura, que me calaba en los huesos, y el verde pasto realmente eran protuberancias marchitas que se arremolinaban a los pies del enorme Coloso. Y este comenzaba a reaccionar con la enorme furia que los Primals emitían.
Descendimos lo más alejado de donde los Primals se arremolinaban, y al descender me despegue lo más repentinamente de Diana. Me lleve una mano al pecho, pues el calor que el deseo provocaba en mi era insoportable; ella volteo a ver a la base del Coloso. Y ahi se golpeaba la locura y gritaba con un frenesí inhumano.
Podía ver como los gritos y la locura comenzaban a provocar al Coloso, y lentamente observe que levantaba un pie, al punto de que al estar algo arriba de las creaturas, descendió La sangre comenzo a mancharle el cuerpo, y este comenzaba a tomar una tonalidad rojiza de pies a cabeza. Pero a mí no me importaba, puesto que lo que acaparaba mi atención era Diana vislumbrando el espectaculo. El deseo se hacía cada vez más fuerte y la razon sucumbía a los instintos.
Me levanté decidido en que si perdía la razón, acallaría el fuego que inflamaba mi pecho a cualquier costo...

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