1.24.2009

Viaje Astral. Parte I.

No hay más que unas formacion solida emergiendo justo enmedio de este desierto. El individuo que se hace llamar Galahiel se postra al lado del hombro de esta gran escultura a la cual hemos escalado y contempla hacia abajo con una mirada de desprecio y disgusto, observando a los entes que se arrastran a lo largo del inconmesurable desierto que se expande frente a nosotros. Les llama Primals y los describe como el instinto y la demencia pura del hombre.
-Esos infames; no producen ni logran nada que un animal no pueda realizar. Pensar que necesitare de ellos cuando me haya desecho de ti.-pronunció mientras volteaba a verme en medio del pecho, donde la llave que habia usado en el cofre que llamaba Pandora habia dejado un enorme hueco en mi cuerpo. Lo mire con tanto desprecio como el habia observado a esos lastimeros entes y le dije:- No se que pretendes, pero más vale que te apresures. No pienso seguirte por mucho tiempo más y si no me das ese cofre te lo quitare a la fuerza.
-¿Quitarmelo a la fuerza? Pero como se te ocurre siquiera el planear algo tan descabellado, cuando el mismo cofre no esta aqui. ¿O es que acaso no te diste cuenta que no lo traía conmigo todo este tiempo?- dijo mostrandome las palmas de sus manos que se encontraban vacias. En ese momento estuve a punto de avalanzarme contra el, pero sabía que no ganaría nada con eso, por lo que me contuve lo más que pude, y tras dar un profundo respiro, pregunte con una rabia amarga en la garganta.
-¿Qué es lo que tengo que hacer?-escupi lentamente de mis labios a la par que observaba como Galahiel seguía escalando por el costado del hombro a lo largo del cuello del coloso de roca.
-No seas tan impaciente Raúl, ya estamos por llegar. - Al ver que no se detenía para darme una explicación continue escalando detras suyo. Al llegar a la cima se contemplaba la interminable hilera de dunas que se desdibujaban hasta el horizonte. Fue en ese momento cuando Galahiel se volteo y me pregunto repentinamente:- ¿Que tan grande te parece este desierto, Raúl?
-Lo bastante como para no tener ganas de adentrarme en el...aunque creo que es demasiado tarde para decirlo.-Respondí con cansancio. Galahiel sonrio al verme en ese estado y nuevamente me dio la espalda.
-Todo este desierto es algo que bien podrias cruzar en un solo día, si realmente te lo propusieras. En el residen todos tus temores conocidos, pero por más que te enviara a cruzarlo, tienes una probabilidad bastante grande de cruzarlo sin problemas. Pandora no sirvio tal como esperaba, pues todavia residen algunos sentimientos dentro de tu ser, y buena parte de tus memorias las mantienes intactas. Pero debes de saber que Pandora misma reside dentro de ti, por lo que la busqueda es un poco más complicada. Para eso hemos escalado a la cima del Coloso Encadenado.
-¿A que te refieres con que reside dentro de mi? ¿Eso no es un poco obvio viniendo de uno de mis egos?
-Asi podria parecer, pero no es tan simple. Pandora reside en el interior de tu inconsciente, en lo mas recondito de la obscuridad de tu ser. Para poder recuperarte tendras que adentrarte en el recinto del Coloso Encadenado. Este es el recinto de los mas oscuros instintos y pensamientos ocultos de tu ser. Para recuperar lo que Pandora te robo tendras que adentrarte en lo mas recondito de tu inconsciente, y para hacerlo más interesante se han convocado los primals más antiguos para adentrarse al recinto. Despreció mucho a estas creaturas, pero ellas podrían darme lo que yo quiero al aniquilarte; el poder sobre Gea Mentatis. Si me apodero de tu mente podre salir a la superficie y vivir la vida libre de tu yugo, para hacer lo que me plazca. Así que es aquí donde nos separamos.-Termino por decir al tiempo que saltaba al vacio. Me avalancé al borde del coloso para ver si Galahiel caía, pero fue demasiado ingenuo. Tras de su espalda se extandian los ropajes semejando unas alas. Iba descendiendo lentamente mientras planeaba por encima de los instintos encarnados y apunto estuve de seguirle, pues alguna posibilidad tendría de alcanzarle, pero justo antes de hacerlo algo me detuvo. Una pequeña figura estaba justo detras mio, y sabía que esto era el inicio de una encrucijada más compleja de lo que esperaba.

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